Si tienes en tu cabeza la idea de hacerte con una litera para la habitación de tus hijos, hay muchos aspectos importantes que debes tener en cuenta para que el dormitorio esté a la altura de lo que esperan tus retoños. En Europa 20 te resumimos las características clave a tener en cuenta cuando hablamos de una buena litera.

Anteriormente las literas eran un mal necesario para aquellas familias que estaban cortas de espacio y tenían mucha descendencia. Hoy en día ese aspecto ha cambiado y los niños siguen demandando este tipo de dormitorio seducidos por las literas y las posibilidades que ofrecen. Por eso mismo la decoración ha empezado a recoger ciertas fantasías que antes eran fruto de la imaginación y plasmarlas en la realidad.

Características importantes de las literas

Para prestar atención a una buena litera, ésta tiene que tener pasos importantes que no deben faltar nunca. Empezando por el herraje de anclaje a la pared que debe ser potente así como su fijación a la estructura del mueble para que no haya movimiento y soporte las aperturas y cierres de cualquier tipo de camas. Lo mismo con el herraje de apertura y cierre y la amortiguación que si no son buenos comprometerán la vida del mueble.

Camas juveniles para niños

Otros aspectos imprescindibles son la escalera que necesitamos para subir a la cama de arriba y puede guardarse de forma automática o formar parte del elemento estructural dando fuerza a la cama alta como  una pata. Por otro lado, la barrera de contención no es obligatoria en todos los modelos pero es aconsejable con niños pequeños aunque muchos fabricantes ahora lo consideran como un extra.

Hay que asegurarse muy bien del espacio disponible en la habitación para bajar, subir y pasar de un lado a otro cuando las camas están abiertas. Si quieres conseguir las literas para tus hijos más innovadoras, en Europa 20 tenemos algunas de las más increíbles a veces con otra cama debajo y otras veces sustituyéndola por una zona de ocio de trabajo con un escritorio y estanterías. Las opciones son infinitas y tú pones el límite.