Como ya vimos la semana pasada, en las tendencias de 2020 el estilo nórdico tiene un lugar privilegiado. La decoración de la nueva temporada viene cargada de este tipo de estilo que no pasa de moda. Y es que aportar un toque nórdico en alguna estancia (o todo el hogar) es la tendencia estrella del momento.

Nació a principios del siglo XX en los países del norte de Europa como Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Desde entonces, el estilo nórdico sigue protagonizando miles de editoriales de decoración de interiores. Aunque ha cambiado a lo largo de los año siendo más minimalista, potenciando la luz, con líneas depuradas y paredes claras; en Europa 20 te damos las claves que sepas cómo es y cómo conseguirlo en tu hogar.

Características básicas que definen el estilo nórdico

  • Naturaleza: si hay algo que caracteriza este estilo es que la naturaleza de convierte en protagonista. Casi todos los materiales, texturas y motivos decorativos provienen de la madre naturaleza. Desde la elección de los muebles hasta accesorios como piñas o ramas, y donde no pueden faltar las plantas.
  • Funcionalidad: algo que busca este estilo es la funcionalidad a la hora de emplear los muebles. Aunque haya pocos elementos, siempre están bien elegidos ya que son útiles e incluso con doble función: taburetes o pufs como mesas auxiliares o mesas de comedor que también sirven para trabajar...
  • Sencillez: en cuanto a la decoración de los muebles, se busca siempre la sencillez y un estilo más minimalista. Eso quiere decir que veremos líneas rectas, depuradas que son capaces de combinar con suaves curvas. No se sobrecargan los espacios porque se busca un lugar limpio, práctico y funcional.
  • Materiales: es cierto, que el estilo nórdico ha experimentado muchas variedades desde su creación. Aunque la madera es el material estrella, poco a poco ha ido incorporando otros como el cobre o el latón. Son elementos que dan un toque actual y contemporáneo y combinan para crear un espacio más personal.
  • Geometría: los motivos geométricos están muy empleados en el estilo nórdico. Se pueden ver en diferentes elementos como alfombras, mantas, fundas nórdicas, textiles de cocina o incluso en las paredes. Eso sí, siempre siguiendo una estética regular y ordenada, en blanco y negro o en cualquier otro color.