A comienzo de año, las tendencias decorativas de 2020 marcaron todo lo que veremos a lo largo de los próximos meses. Uno de los movimientos más destacados es el estilo japonés que comienza a implantar en el hogar. La cultura oriental esta cada vez más implantada en occidente y esa explosión en el interiorismo empieza a extenderse.

El estilo japonés cuenta con una personalidad marcada y se diferencia en gran medida del resto de los estilos asiáticos. Es un estilo perfeccionista, cuidado, simple y sereno que transmite una sensación de tranquilidad. Queremos que conozcas más sobre esta tendencia tan importante que tanta influencia ha tenido en los interioristas del mundo. Por eso, a través de Europa 20, te damos las claves para entender mejor este estilo.

Claves para entender el estilo japonés en la decoración

  • Zen: es la búsqueda de lo esencial, por eso la decoración oriental se centra en lo práctico y elegante. Cada espacio tiene un propósito y los elementos que lo confirman deben favorecer esa premisa en cada estancia. Elimina los objetos que no son necesarios y no tengan una finalidad definida. Nos encontraremos con unos interiores simples, serenos, sencillos con una decoración sobria y elegante.
  • Estancias: de esta forma, el estilo japonés cada espacio tiene su finalidad. El dormitorio sirve para descansar y lo imprescindible dentro de él es una cama. El salón suele estar despejado sin muchos objetos que dificulten la vida de las personas. No hay muebles o accesorios decorativos sin una funciona y por eso cuenta con lo mínimo imprescindible. La cocina es minimalista y funcional con objetos a la vida y accesibles.
  • Naturaleza: el estilo japonés cuenta con muebles y accesorios inspirados en la naturaleza. Por eso se pueden ver materiales como madera, papel de arroz, lino, rattán o bambú. Crean un ambiente cargado de armonía y de paz. Su mobiliario es sobrio y de formas sencillas reducido debido a la situación y el espacio.
  • Colores: los colores que se ven en el estilo japonés son naturales y están inspirados y derivados de la naturaleza. Encontraremos por ejemplos tonos de marrones, de verdes, de grises y otros colores neutros. Serán los más clásicos y empleados para decorar los espacios interiores en las estancias orientales.